--Con trece años la vida me parecía infinita-- le confesó con nostalgia Lucía.
Al llegar a los cuarenta había comenzado a revisar y replantearse muchas cosas de su vida. Sobre todo, los siete años vividos con Julián, su frustración ante la imposibilidad de tener hijos, la llegada de Ayelén.
--Cuando se tienen ochenta años esas cosas importan muy poco-- la consoló Irma, su vecina, exhibiendo su anillo de compromiso. --Mi tercer matrimonio va a ser el mejor de todos.
Puentes:
37. Mímesis |
No hay comentarios:
Publicar un comentario