domingo, 27 de marzo de 2011

02. Etapas

      No creo en la astrología lo suficiente como para considerar que el mundo, que mi mundo, puede cambiar a merced de la danza interplanetaria... No obstante, el año pasado tuvo dos meses claves en mi vida. Claves pensando en mis ciudades y mis amigos: amigos de lejos, que tengo pocos, pero mueven (movían) montañas...
      Febrero de 2010 me demostró la gran confianza que tenían en mí... Supe y entendí mucho. Si bien fue difícil descubrir que recién entonces formaba parte; que hubo un ocultarme cosas; que hubo secretos; me resultó gratificante el sinceramiento.
      Agosto me reveló cuán grande era el abismo que nos separaba (y yo me negaba a ver) así como mi dependencia de ellos. Y ante la pelea (quise un tiempo, quise distancia, y terminé echándolos de mi vida), que sentí definitiva, me desmoroné sin miramientos.
       Y fueron seis meses de llanto, de dudas, de soledad... Todo lo que creía ser se movió de lugar, y quedó en evidencia mi falta de rumbo, mi horfandad (sí, horfandad, porque como tantos, aún busco quién me cuide), mi fragilidad disimulada...
      Este nuevo año marcó el fin de esa segunda etapa... Y febrero me devolvió a mis amigos casi sin saber cómo o por qué, pero no me devolvió a mí.
      No sé todavía la causa, pero me siento otra... Una extranjera en la ciudad que construí... Y en el espejo se refleja mi rostro herido por esos seis meses, por ese silencio y esa incomprensión...
     Me siento temerosa, como un perro apaleado... Extraño la inocencia, el descaro tierno de lo que fuimos antes. El lugar seguro que era para mí el tiempo compartido... La espontaneidad en el trato... Mi espontaneidad...
      Quizás lloré demasiado.
      Y en la vida no hay botón de deshacer...
    Quiero fingir que no pasó nada... Pero sigo viendo todo como desde afuera, y sucede que de pronto soy espectador de una película (nuestra película) en cuyo elenco, temo, o quiero, ya no estar...
      Lo peor es que ellos no han cambiado nada. No parecen haber cambiado en absoluto.
      El miedo igual persiste... ¿El miedo a no estar o a no querer estar...?



Puentes:

05. Un año

01. Mis ciudades

"Kublai dice a Marco:
—Tu cometido era visitar las ciudades de mi Imperio y traerme el testimonio de su gloria para que yo pueda poseerlo de veras, con mi corazón, no sólo con mis armas. Has viajado durante años. ¿Esto es cuanto han visto tus ojos?
—Gran Kan, he recorrido tu vasto Imperio de un confín al otro; a pie, a caballo, y en barco. He visto ciudades inimaginables y he imaginado ciudades imposibles de ver: ciudades pasadas y futuras, utópicas e infernales. Pero el libro que sostienen tus manos no encierra la geografía de tu Imperio, sino la mía propia, porque, a fin de cuentas, todo viaje es un viaje interior."
 Ítalo Calvino; Las Ciudades Invisibles.


       Las ciudades de las que hablaré son aquellas en donde he vivido, a las que he visitado o creado en mi interior. Las ciudades que me han hecho quien soy: estuvieron (¿están?) bajo mi dominio... conforman mi imperio invisible. Ciudades cuya existencia, incluso yo, apenas conocía...

      Cierto día, mientras conversaba en silencio con Marco Polo, sin saber por qué, le pedí, como el emperador de los tártaros lo supo hacer, que me describiese esas ciudades...
    Anotaré en este blog lo que recuerdo de su respuesta de entonces... Aún oigo su susurro en mis oídos... 
       Lamentablemente, la mayor parte de lo que me dijo ya lo he olvidado.




Puentes:

10. Magia negra
14. Puente