martes, 28 de agosto de 2012

17. Mañana

 Mañana. Mañana. Mañana.
 Mi memoria se me ha complotado, mis criterios se equivocan, mis ojos me traicionan, el frío  me perturba, las lagrimas me visitan demasiado a menudo. La angustia siempre está, ahí, agazapada.
 Mañana. Mañana. Mañana.
 ¿Por qué creo que me siento bien si el mundo, sobre todo mi ser, me dicen lo contrario?
 No fabulo tanto, imagino menos.... pero también estoy más torpe, distraída, lenta...
 Como en un juego de laboratorio paso de la ansiedad infantil al sopor con sólo una pastilla.
 ¿Sirvo para algo?
 Mañana. Mañana. Mañana.
 Todo mi mundo es mañana.
 ¿Qué decir? Duermo bien. Y hasta sueño...
 Pero a qué precio.
 Mañana.



Puentes:
34. ¿Hasta las últimas
 consecuencias? 
(Imposibilidades II)
38. El regalo
31. Cuadro



lunes, 27 de agosto de 2012

16. Algo nuevo

  Volverse real lo irreal siempre es una magia traicionera que puede resultar grata. Encontrar a cientos de kilómetros a una amiga para conversar es una magia irreal. 
  Pero ambas sucedieron al unísono. 
 Sentirse cómoda hablando hora y media con una pseudodesconocida que no lo era fue muy bonito. 
  Entender por fin que a veces el mundo da gratas sorpresas Y que no somos amigas-tan-de-lejos. Me conformo con poco. ¿Es malo?

Puentes:

05. Un año
04. Volver

49. Recomenzando

domingo, 26 de agosto de 2012

15. Madrugar

 Ridículo como título para quien no sabe de mí y mi desmesurado amor por dormir, por evadirme entre sueños que no solía recordar (excepción reciente, debo aclarar).
  Extraño título para los demás ciudadanos. 
¿Pero no lo amerita dormir bien cuatro días seguidos por primera vez en treinta años?

  Mágicamente (¿el clonazepam cuenta como magia?) no sólo duermo, ¡descanso! y madrugo, sino que, además, me hace bien, no me malhumora. Me despierto hecha una persona maravillosa (jaja)

  ¿Es que a eso sabrá el paraíso?

 Luego el día vuelve a la normalidad, una zoncera que angustia por aquí, un recuerdo que traiciona por allá. Y el dúo dinámico que debería hacerme sentir bien se lava las manos...    Bah, la química farmacéutica hace lo que puede pero a veces cansa llorar tanto. Por nada. Por todo. Como el que está en carne viva...

 ¿Y hubo un antes? Sí: de disimular, maquinar, pensar y evadirme en sueños y libros. No era la mejor de las soluciones pero por lo menos me trajo hasta aquí. Bueno, fundí el motor en el camino y destrocé tres ruedas y el chasis... pero llegué, ¿no?
 ¿Que si mi vida fue objetivamente mala? No, le diría que hasta hay quién piensa que es exitosa.
 Pero si subjetivamente fue mala, ¿por qué aún estoy aquí? Por mis viejos, y porque quiero estar mejor. 
No por mí, si no por alguien. No sé quién  Pero no quiero que pase por lo que yo, sé que podré evitarlo, algún día. Y para eso yo tengo que poder valerme por mí misma, ¿no?


Puentes:


 
28. Esperanza
27. Invisible
23. Re-conoc-imiento

sábado, 18 de agosto de 2012

14. Puente


"Marco Polo describe un puente, piedra por piedra.-¿Pero cuál es la piedra que sostiene el puente? -pregunta Kublai Kan.-El puente no está sostenido por esta piedra o por aquélla -responde Marco-, sino por la línea del arco que ellas forman. Kublai permanece silencioso, reflexionando. Después añade:-¿Por qué me hablas de las piedras? Es sólo el arco lo que me importa.Polo responde:-Sin piedras no hay arco."
                                                                                                          Ítalo Calvino

http://www.quieroleer.com.ar/libros/ciudades-invisibles/37.html

Puentes:


19. El infierno
08. Las ciudades y la vida



13. Lluvia I

  Llueve de nuevo. Llueve siempre. Llueve para que podamos recordar el mundo.
  La lluvia iguala y diferencia. A todos por igual les llueve el cielo. Depende de uno. de la vida, de la suerte, estar o no preparado para esa lluvia.
  ¿Será que la lluvia, por eso, me sabe a muerte?
  ¿Será, por eso, que me alegra y llena de vida?
  La lluvia es también un abrazo, un no importar nada, una linda excusa, una rutina sana.
  Amo la lluvia con su olor a tierra y a verde, con su esperanza y su desesperanza.
  Sé que puede dar o quitar la vida, arruinar o salvar una cosecha, ayudar o perjudicar, postergar, adelantar planes.
  Hay pocas cosas en el mundo tan mágicas como la lluvia.
  Una de ellas es una noche estrellada, pero, ciudadano del mundo, esa es otra historia.


                              Puentes:

18. Juego
29. Ciudades de paso

viernes, 17 de agosto de 2012

12. Afuera


   Allá hay un mundo invisible de cemento y ladrillo. Lo sabe. No lo sospecha.
  Allá hay un qué, un para qué, un cuándo, un dónde. Esclava de la noria de Cronos toma valor. Sale.
   Bajo la persistente llovizna se va erosionando su coraza de sueños.
    Sin darse cuenta se mezclan sus lágrimas con las del cielo.
¿Olvidó su paraguas? Lo olvidó o abandonó, aún no lo sabe.
  La lluvia deja una mansa tristeza en su alma que esquiva ríos con cause de asfalto y lagunas que fueron veredas.
  Y la tristeza se vuelve, sin saber cómo: ¿ es un juego, un desafío?
   Y una sonrisa se esculpe gota a gota en su cara.
  ¿Llegar? Ya a nadie importa.



                             Puentes:

24. Plaza
30. Recuerdos (¿Nostalgia?)
50. Camino



 

jueves, 16 de agosto de 2012

11. Límite

 ¿Sabe usted a qué se le llama angustia?
 Supongamos que sí, confío en su experiencia.
 ¿Alguna vez tomó alguna medicina psiquiátrica?
 Calcule que es igual a recibir halagos y desilusiones en dosis controlables e incontrolables. Perder el control de uno y ganarlo. No saber en qué confiar. Perder la confianza en uno mismo. Dudar de si todo tiene que ver con el propio ser o con la medicación. Bueno, es eso.
 La pregunta es obvia: ¿a qué quiero llegar?
 ¿Simple?
 Estoy acá, en mi casa, sola.
 Ella haciendo mis trámites.
 Yo sin metas.
 Ahogándome en la angustia como siempre que tengo un segundo a solas.
 Hasta cuándo. Hasta dónde. Cuál es mi límite.



Puentes:

17. Mañana

 
15. Madrugar
08. Las ciudades y la vida


10. Magia negra

  La magia está en cada letra. Muchos, antes que nosotros, los sospecharon.
  La magia está en la palabra, en su poder infinito.
  No hay bomba nuclear que destroce el alma, pero hay palabras que son capaces de hacerlo, aún balbuceadas.
  Y de pronto esas palabras te mudan de ciudad, te cambian de planeta, nada parece igual. Nada lo es.
  Ni siquiera tu vida ha de ser la misma. Y a eso le temés.
  Temor y anhelo. Nostalgia amnésica de supuestos días felices.
   Decís que los hubo. Sí, por supuesto. Pero te olvidás de los otros.
  ¿Valió la pena? La duda te inmoviliza. No querés regresar porque no estás segura de si vale la pena hacerlo.
 ¿No es eso una señal, para vos, que no creés en las señales?




Puentes:
32. Sombras
34. ¿Hasta las últimas 
consecuencias? 
(Imposibilidades II)

28. Esperanza



09. Silueta


Galopan
sobre un otoño dorado
que el viento agita.

Sus caminos se cruzan,
se acompañan
Llega el río.

Exhaustos de humedad
y de pradera,
beben.
Dejan
al sol caerse
y bañar al mundo.

¿Contemplan
el horizonte,
esa escalera al cielo
hecha de nubes
dulces, opacas,
inquietas?

En sus ojos salvajes
son sólo lluvia.

(junio 2012)

Puentes:



39. Tankas
46. En vos.
21. Lluvia II

lunes, 13 de agosto de 2012

08. Las ciudades y la vida

  Se empieza por los cimientos, una piedra fundacional, un discurso... Se asienta en los libros, cartas, quizá en algún periódico o medio de comunicación. Y la ciudad nace. Empieza a nacer.
  ¿Será caótica o cada calle, cada manzana estarán previstas dentro de un diagrama convenido?
  ¿Será erigida teniendo en cuenta el clima, las características del lugar y de sus futuros habitantes?
  ¿O será como siempre, como generalmente ocurre, una mezcla de azar y capricho quién dirija su crecimiento?
  Y luego ¿Cuáles serán las calles para el amor? ¿Los callejones para confesar crímenes? ¿Las casas donde la justicia nunca osará tocar a la puerta?   ¿Dónde vivirá la inocencia? ¿Dónde se enterrarán los recuerdos dolorosos?
  Son tantas preguntas.
  Y yo aquí. En el centro de mi ciudad invisible, la ciudad que yo soy.
  Tratando de refundarme.



Puentes:
19. El infierno
02. Etapas


 



viernes, 10 de agosto de 2012

07. Irracional



 ¿Te he hablado de mi ciudad? ¿Te he contado que ahora tiene zonas vedadas a mi paso por obra y gracia de mi misma? ¿Te he dicho que eso me causa dolor y alivio? ¿Que eso me quita el sueño y me tranquiliza? ¿Que lo hice a propósito y, sin quererlo?
 Lógicamente sería “insana” el adjetivo que a mi conducta se corresponde. ¿O me equivoco?
 Lo más ilógico es que ni se me ha quebrado el todo, ni la muerte desarmó mi mundo, ni las desgracias se han ensañado como Erinias contra mí. Solamente me quedé atrapada, en un momento, en un lugar, allá a lo lejos y hace tiempo, cuando era nena. Veo mi mundo desde esos ojos. Y me comporto en consecuencia: me siento profundamente herida ante actitudes que no deberían ni rasparme, y las consecuencias de eso son, irremediablemente irracionales.
 Me comporto como un niño que rompe a llorar por su helado volcado por la torpeza involuntaria de un amiguito a quien golpea e insulta.
 Así me veo.
 Ojalá mi vida, mi trabajo, mis amistades, mis errores, mis desilusiones, mis heridas pudiese vivirlas como un adulto...
 Ojalá yo no me sintiera como un chico en un mundo de grandes.
 Saber que mi dolor existe porque no puedo crecer y ver como una adulta… Que me aferro a la infancia por vaya a saber qué tontería mía…
 Saber que lo que me pasa me lo provoqué yo misma, yo sola, es triste, por no decir, patético.



Puentes:

21. Lluvia II
03. Regreso