domingo, 29 de julio de 2012

06. Agosto

  Ya casi es agosto de nuevo ¿Alguien puede creerlo?


  Mi mundo se cayó a pedazos tantas veces desde febrero hasta hoy que no puedo creer que aún respire.
  Nada es gratis, sin embargo.
  Con todo mi optimismo y a pesar de todo mi optimismo sólo encuentro refugios y no metas. Distracciones y no incentivos.
  Quiero tener ganas de hacer y sólo tengo sueño.
  Soy un ente que sólo parece vivo cuando teclea en su máquina.
  Todos dicen que pienso mucho las cosas.
  Nadie dice cuál ha de ser mi siguiente paso, y el siguiente, y el otro.
  Sólo tengo ganas de llorar y dormir... Y sospecho que las pastillas son las  que me hacen dormir.
  Como sea: que el mundo sea.
 Buenas mañanas, ciudadano que lea esto, que ya la noche está muriendo.


Puentes:


42. Mentiras
16. Algo nuevo

19. El infierno

05. Un año

  Entre ese febrero tembloroso de 2011 y el angustiante febrero de 2012 pasaron tantas y pequeñas cosas.
   Un lento volver a confiar, volver a creer.
  El darme cuenta de que todo seguía ahí: todos esos pequeños gestos que lastiman y se niegan.
  Darme cuenta de que la angustia de volver a verlos era mayor que la de extrañarlos.
  El dolor de saber que la comunicación era cada día más imposible porque los prejuicios de doce años de amistad eran más grandes que todo.
  Ceder sin querer ceder, no una si no cuántas veces.
  Saber que compartir mis vacaciones con ellos era terrible, haberme jurado no hacerlo de nuevo, y hacerlo por miedo a perderlos, aferrada a excusas: la angustia no estaba todo el tiempo, no siempre me sentía sola o fuera de lugar con ellos, son buena gente, etc.
  Puede entonces perdonárseme la liviandad de compartir diez días ese invierno con ellos dos. Y haberme arrepentido y llorado a causa de eso.
  Pero cuarenta y cinco días en el verano fue demencial. Hasta yo lo sabía pero no pude negarme. Hasta último momento supe que era un error. Pero insistieron. por mi bien insistieron. Porque creían que me hacían un bien...
  Y fue un solitario y amargo enero, un comienzo de febrero angustiante, nervioso. La atmósfera cada vez más asfixiante.   Yo cada vez más sola. Más lejos. Más fuera.
  Y así: tres días antes de terminar nuestras vacaciones de verano, luego de haber recorrido el litoral, playas, termas, visitado familias ajenas que casi son propias, vivido con gente entrañable... Sin previo aviso. Tomando valor de una respuesta desafortunada de esas que suele darme, decidí irme.
  A las tres de la mañana lo decidí. Siete horas después estaba en mi casa.
  Fue una decisión sin retorno real. Definitiva. Decidí alejarme, a pesar de mí y de mi corazón deshilachado. De mi dependencia. De lo importante que eran y siguen siendo en mi vida.
  Sabiendo que no me iban a perdonar.
  Tranquila, porque no iban a perdonarme.
  Aunque picase el bichito de la necesidad de explicarme, de que entendieran. 
  Aunque les mandara mensajes intentando aclarar.... 
  Ya no importaba. Tenía la certeza de que no quería volver.
  La tenía.
  Y se me está deshaciendo a lágrimas.




Puentes:


08. Las ciudades y la vida
23. Re-conoc-imiento
15. Madrugar
 





sábado, 28 de julio de 2012

04. Volver

  Volver a mi ciudad que soy yo misma y sentir que no vuelvo... ¿Qué me lleva a volver, a despertar, después de tanto?
  ¿La omnipotencia patética de sentir que ya puedo enfrentarme a mis miedos, sólo porque me fortalecí en su ausencia?
  ¿Cuántas veces creí que podría y sin embargo me quebré ante la primera mirada, ante el primer gesto?
  ¿Cuántas veces fui un soldado de hielo en su presencia y luego, a solas, un mar de lágrimas, un despojo humano durante eternas noches solitarias?
  ¿Cuántas veces dejé que me destruyeran?
 ¿Será suficiente con esquivar callejones oscuros, esquinas traicioneras, bares memoriosos?
  Corro con una desventaja aterradora: Ya no me tengo la fe que me tenía.
   Ya no confío en mí.
 Y sin embargo... Mi optimismo a ultranza encuentra siempre un sin embargo...
  Sin embargo siento que he vuelto... Vuelto a ser yo... 
  ¿Será cierto?
 ¿Después de tantos años bailando al son de música ajena, al fin he  encontrado mi ritmo? 
  No es la primera vez que lo creo...
  Quiero, deseo creer que esta vez será real.
  Por mi bien, y el de mi gente.


Puentes: