Porque nadie debía saberlo, aunque lo sospecharan todos.
Mis razones era válidas: cinco años viviendo a la sombra de Raquel me habían convertido en una persona llena de resentimientos y la llegada de Víctor, a su vida, en lugar de rescatarme de ese abismo me había hundido más.
Él no iba a ocupar mi lugar y no lo hizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario