Mi memoria se me ha complotado, mis criterios se equivocan, mis ojos me traicionan, el frío me perturba, las lagrimas me visitan demasiado a menudo. La angustia siempre está, ahí, agazapada.
Mañana. Mañana. Mañana.
¿Por qué creo que me siento bien si el mundo, sobre todo mi ser, me dicen lo contrario?
No fabulo tanto, imagino menos.... pero también estoy más torpe, distraída, lenta...
Como en un juego de laboratorio paso de la ansiedad infantil al sopor con sólo una pastilla.
¿Sirvo para algo?
Mañana. Mañana. Mañana.
Todo mi mundo es mañana.
¿Qué decir? Duermo bien. Y hasta sueño...
Pero a qué precio.
Mañana.
Puentes:
34. ¿Hasta las últimas consecuencias? (Imposibilidades II) |
38. El regalo |
31. Cuadro |