Reconozco tu letra entre millones.
Reviso los cajones con la absurda esperanza de no encontrarla entre recortes de diario y poesías olvidadas; con el secreto deseo de que tus ges abiertas y tus eses simpáticas no me lastimen de nuevo.
Quiero hallar lo que busco sin hallarte.
Los papeles desfilan, apurados.
Quiero que mis lágrimas conserven su lugar, junto a mi alma.
Papeles y más papeles, mi vida es un cementerio de árboles.
Busco y rebusco ese cuento en mi pasado.
Pasan las hojas y la angustia me visita: ya no sé lo que busco.
Sólo hay algo en mi mente: Temo reencontrarte.
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