Viajar es, para mí, una actividad estresante y a la vez maravillosa: cambiar me fascina, y me cuesta. Y regresar es siempre lo más difícil...
Mi últimos viajes a la gran ciudad fueron, sin embargo, desastrosos...
Mi últimos viajes a la gran ciudad fueron, sin embargo, desastrosos...
Hubiese querido que mi cabeza no jugara a traicionarme, que la verdad no me llenara de preguntas, que mis dudas se disiparan alguna vez. Pero cada uno de los viajes a la ciudad metálica y verde me depararon el mismo saldo de angustia y de ficción.
Me sentí falsa. Condenada por el cariño y la gratitud. Por el miedo a ser. A lastimar.
Sólo fumo cuando los nervios me superan. Sólo tomo cuando no puedo ni respirar.
Tomar y fumar son cosas que hago en su nombre, en el de ellos, en su ausencia.
Y ni siquiera ellos lo saben.
Y ni siquiera ellos lo saben.